El top de las descargas, la nueva obra del Ministerio de Cultura

He seguido una cadena Dans –> Antonio –> Versvs que me ha dejado absolutamente estupefacto. Todas las referencias anteriores conducen a la nueva perla del Ministerio de Cultura, un sitio web llamado El top de las descargas, y que no hay por donde coger.

Esta clase política que nos gobierna, autora de ese corre la voz para frenar la piratería, y que dedica 2,8 millones de euros para financiar estas actividades, se vuelve a superar cuando ya parecía que esto no era posible. La clase política en el poder, en cuyo haber figura que se instaure la LISI y el canon digital, por el cual me van a cobrar un dinero por comprar un DVD vaya que acabe pirateando (cuando seguramente lo emplee para hacer backups de mi sistema operativo o para guardar las fotos que hago con mi cámara digital), también cuentan entre sus logros haberse pasado por el forro un millón y medio de firmas de los usuarios, y no contentos, continúan en su línea habitual, ofreciendo al ciudadano páginas web de dudosa utilidad como este Top de las descargas.

Voy a citar a Enrique Dans, que define muy claramente el motivo de queja:

No es verdad. Es una mentira propia de mentes simples, de quien se niega a ver la realidad, de quien no entiende la Internet de hoy. A riesgo de parecer cansino, repetiré los argumentos: cuando te descargas una canción, dedicas uno de tus bienes más preciados, tu atención, a escuchar la obra de un artista. El hecho de que le otorgues el privilegio de tu atención puede convertirte, si el producto te gusta, en más proclive a adquirir merchandising de ese artista, de acudir a sus conciertos o de conseguir que otros, a su vez, también le dediquen su atención. Un efecto neto mucho más positivo, si el artista sabe y quiere explotarlo, que el adquirir un estúpido pedazo de plástico que acumulará polvo en tu casa y de cuyo precio, menos de un 10% irá destinado a retribuir a dicho artista. No creas sus mentiras: cuando descargas una canción, estás beneficiando al artista. Cuando compras un CD, beneficias únicamente a las empresas que lo fabrican, al autor le llega en realidad muy poco de lo que tú pagas.

Yo, desde estas líneas, en mi condición de ciudadano español, potencial receptor de esta campaña y contribuyente en regla de la tesorería del país que financia este tipo de páginas, exijo que del modo más favorable posible se publiquen todas las licencias empleadas en el desarrollo de eltopdelasdescargas.com: productos de diseño web empleados, servidores web empleados, sistemas operativos de los administradores y diseñadores del servicio, productos de diseño gráfico empleados, suites audiovisuales utilizadas, y cualquier otro software que haya sido empleado para levantar la página. Tengo derecho a saber qué el Ministerio de Cultura es el primero que predica con el ejemplo y aunque no me cabe ninguna duda de que el Ministerio sólo emplea software legal, estoy deseando comprobarlo y no tengo manera de hacerlo.

Yo no soy un delincuente, y en este sistema legal que me rodea sólo rindo cuentas ante las Autoridades Competentes, y creo que el Ministerio de Cultura no lo es si hablamos de la presunta delincuencia en la que se puede incurrir por efectuar descargas. Yo prefiero hacer caso de la gente ante la que sí debo rendir cuentas, como por ejemplo, el Cuerpo Nacional de Policía, los Juzgados de España y los Juzgados de Europa.

Dejen de financiar campañas de este tipo con mi dinero, y dedíquenlo a que la cultura en este país sea algo relevante. También les sugiero dedicar estas partidas presupuestarias a restringir la información técnica que arrojan sus scripts ASP.NET o a actualizar su obsoleto servidor Apache.

Saludos,

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